jueves, 30 de agosto de 2012

Hecho a mano

Odio hacerle un regalo a alguien a quien quiero y que no le guste o tenga que cambiarlo. Nunca me ha gustado buscar cualquier detalle para salir del paso, porque un regalo es mucho más que un objeto; es la mejor manera de decirle a esa persona lo mucho que le quieres o lo bien que le conoces. Y, como script girl que soy, no puedo perdonarme que alguien crea que no le he observado lo suficiente...

Yo, salvo escasas excepciones, nunca regalo ropa. Creo que es un trauma adquirido por recibir, durante años y años, pijamas y calcetines la mañana del siete de enero, sin haberlos incluido nunca en la carta a los Reyes Magos. Me parece demasiado útil para ser un auténtico regalo.

Pero qué se le regala a una amiga apasionada de los trapos (y que tiene de todo!!!) si no se le regala ropa...
tal vez algún complemento... algo personal... o hecho por mí... eso sí es personal...

Busco en mi caja de abalorios y escojo cordón de ante morado, unas cuantas cuentas de plata balinesa y una catrina, también morada.



Pruebo a combinar las cuentas... unos cuantos nudos y lista...


Una "pulsera catrina"!!!

Por si acaso no le convence la calavera, compro unas plumas en tonos turquesas, hilo encerado del mismo tono y unas cuantas bolas plateadas y completo el regalo con unos pendientes de plumas, tan de moda ahora.


Espero que le guste; porque este regalo no podrá cambiarlo...

martes, 28 de agosto de 2012

El raccord del día a día

Mi mejor carta de presentación y la de este blog, que hoy nace, es este artículo que escribió un amigo de una amiga en La Voz de Galicia hace ya algún tiempo. El mismo día que cayó en mis manos me pareció buena idea reflejar  y compartir todos aquellos retazos del día a día que llaman mi atención. Momentos que pueden carecer de coherencia al verse de uno en uno y desordenados, tal y como llegan a mi, pero que sin duda, tienen la coherencia de una mirada sobre la vida...


Script girl

Xurxo Melchor
21/4/2011
Me encantaban los cómics de Superlópez. Ese Superman hispano chapuza y cutre que en lugar de volar sobre la Gran Manzana lo hacía sobre El Masnou y Barcelona. Entre mis historias preferidas están sin duda El señor de los chupetes y La gran superproducción. Leyendo esta última fue la primera vez que vi un cargo cuyo significado estuvo muchos años dándome vueltas en la cabeza. La script girl. En el tebeo, la chica a la que le habían dicho que se encargaría de esa función no paraba de preguntarse qué demonios es una script girl. Y como en el cómic no lo aclaraban yo estuve muchos años haciéndome la misma pregunta. Tiempo después supe que es la que se ocupa de que la historia que se rueda tenga coherencia. Porque las películas o las series se ruedan de manera desordenada. Escena a escena. Y alguien tiene que velar porque a los personajes no les cambie la ropa que llevan, el peinado o tengan un botón de la camisa abrochado que antes estaba abierto. Una amiga de una amiga es script girl. Y hablando con ella de su trabajo empecé a pensar que la vida es también como una película o una serie. También se rueda de forma desordenada. Y a todos nos haría falta una script girl que le diese coherencia a nuestra existencia. Que nos recordase cada día, cada instante, que habíamos decidido no hacer tal cosa o tal otra. Que levantase la voz cada vez que volviésemos la vista atrás y nos entrasen ganas de desandar todo el camino. De caer por el mismo barranco. Lo he decidido. Quiero una script girl en mi vida.
http://www.lavozdegalicia.es/arousa/2011/04/21/0003_201104A21C12992.htm?utm_source=buscavoz&utm_medium=buscavoz